Cuando de la Letra del año se trata

Sacerdote de Ifá haciendo la tirada del ekuele

Cada inicio de año los cubanos, en su mayoría, esperamos la llegada de la carta de los Sacerdotes e Ifá, la cual se conoce popularmente como la Letra del año, una especie de guía que contiene consejos a partir de los signos y santos que regirán nuestra vida los próximos 365 días.

La letra indica que es lo que comunican los Orichas a las familia de santo y creyentes, que en Cuba se divide en dos grandes grupos, la Asociación Yoruba de Cuba y la popularmente conocida Casona de 10 de Octubre donde se reúne la Comisión de Miguel Febles Padrón. Por esa letra, se regirán todos los familiares de ese ilé (casa) sin excepción, durante todo ese año, y en ella quedan determinados cuales limpiezas (Ebbós) deben hacerse todos los miembros.

El comienzo es toda una carrera por la información, entre el primero y el dos de enero, son disímiles las maneras en que los religiosos acceden a conocer los elementos principales de esta cartilla, como son el signo regente, los santos que gobiernan y su profecía, la mayoría de ellos visitando a sus padrinos.

Algunos con posibilidades de acceso a internet multiplicamos la información desde que la tenemos, como el pan calentito sacado del horno, pues sabemos que es siempre bien recibida dentro y fuera de Cuba; pero este año dándome un poco de calma quiero compartir algunas reflexiones sobre Las letras.

Signo baba egiogbe en el tablero de ifá

No es frecuente que ambas casa religiosas saquen la misma letra, ni que sean los mismos santos los que rijan, pero este año fue una excepción ambas casas abrieron el año con Baba Egiogbe, signo en el que nacen las aguas y las tierras, la unidad y lucha de contrarios, la separación y la discordia, el ras de mar y sus nefastas consecuencias.

En este signo además destacan refranes tales como: La mariposa quiso volar antes de tiempo y se le quemó las alas; todo lo tengo y todo me falta; dios le da barba al que no tenga quija; a Rey muerto, Príncipe coronado. Para los creyentes de la regla Osha-Ifá, y es que Egiogbe es el principio y el fin lo engloba todo.
A este signo los rayos del Sol y el propio Sol es quien lo rige. Es abundancia de bienes y de males. Alude a la columna vertebral y el esternón, sostén de la caja torácica. En el ser humano es la cabeza y en la vida es el comienzo, la creación.

Por las características del signo son muchos los refranes proféticos que lo acompañan, pero creo no abusar si señalamos otros como: Un solo Rey no gobierna dos pueblos. Por los caminos y calzadas no hay distinción, lo mismo camina el bueno que el malo. Las contradicciones sacan a la luz de su escondite. La Sabiduría, la Comprensión y el Pensamiento, son las fuerzas que mueven la Tierra.

Para muchos en egiogbe nace la separación de los amigos, que es un error no aprender de los errores cometidos. Cuando la cabeza se tiene sobre los hombros, el pensamiento sobre el horizonte y los pies. Aquel que oculta sus males será enterrado con ellos.

Es por eso que para este año los religiosos cubanos deben seguir al pie de la letra los principales consejos del signo que pasan por la organización, evitar bochornos, ya que esto conllevaría a reacciones adversas sobre nuestra salud y en nuestras relaciones interpersonales.

En este signo además hay que evitar el consumo de alcohol, tabaco y drogas; esmerarnos el cuidado de nuestros mayores, manteniendo una buena relación con ellos; cuidarnos de las enfermedades, digestiva, cardiovasculares, los pulmones, la vista, los riñones, la columna vertebral y las enfermedades de trasmisión sexual.

Para los Sacerdotes de Ifá este año se debe hacer un seguimiento severo a los fenómenos climatológicos, que conlleven a perdidas, por  ras de mar, sismos, lluvias, penetraciones del mar, inundaciones, huracanes; evitar ingerir comidas atrasadas y frutas arenosas con el fin de evitar problemas digestivos y mantener la familia unidad tanto familiar como religiosa.
Recomienda, además, ser humildes y sencillos, y evitar la soberbia, el genio y la mala forma para con los demás; esmerarnos con la higiene tanto de nuestros cuerpos como de nuestras viviendas; evitar el vernos inmiscuidos en negocios ilícitos o de corrupción para así evitar enfrentamientos con la justicia.

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