sábado, 6 de octubre de 2012

La infidelidad ¿Solo para hombres?

Por: Dra. C. Beatriz Torres Rodríguez: Presidenta Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad

Tan antigua como el propio inicio de la vida en pareja, ese vínculo tiene matices según las épocas, y en este aspecto la infidelidad desarrollada por la mujer pone en entredicho el modelo hegemónico masculino y hace que muchos hombres asistan a consulta para buscar ayuda en relación a cómo enfrentar públicamente este hecho, ya que valoran que pueden entender que su esposa haya cometido una infidelidad, pero no saben como afrontar a la familia y amigos si conocen lo sucedido, por temor a la crítica y a la burla.

Es como si hubiera una naturalización desde nuestra cultura de la infidelidad masculina pero no así la femenina. Ella, cuándo es víctima, puede ser denominada “pobrecita”, “boba”, pero el es recriminado como “débil”, “cobarde”, entre otros términos peyorativos; pero cuando la mujer y el hombre son los victimarios cambian las denominaciones “prostituta” y el “bárbaro”.
Estudios demuestran la alta prevalencia de las relaciones extramaritales. Se calcula que en la vida moderna el adulterio es frecuente. La monogamia parece ser un mito a la vista de los resultados de las encuestas sobre comportamientos afectivos y sexuales. El informe Hite (1983) reveló que una gran mayoría de hombres son infieles antes de los dos años de matrimonio.
Las motivaciones psicológicas al buscar la infidelidad son múltiples y las explicaciones que damos a nuestra conducta  recorren un amplio abanico; los hay que piensan que no pueden evitarlo y los que no saben por qué lo hacen.
El problema de la infidelidad parece residir principalmente en que lo que nos permitimos a nosotros mismos, no es imaginable ni siquiera en el otro. Según demostró la antropóloga Laura Betzigen en un estudio de 160 poblaciones, la infidelidad flagrante, sobre todo por parte de la mujer, es el elemento más definitivo y frecuente de la ruptura de la pareja.
La autora desde su experiencia en más de 20 años en consulta valora que la infidelidad es muy difícil de manejar, aunque no imposible, y que en la mayoría de las parejas dejan huellas profundas que matizaran la relación en el futuro.
Muchas de las causas que refieren los hombres y mujeres infieles los relacionan con los siguientes fenómenos que se fueron desarrollando en sus parejas:

Los celos
Este otro fenómeno antiguo se ha adicionado a otros modernos. Una cuota de posesión puede ser sinónimo de la importancia que le damos a la relación, pero los celos en general matizan con gran insatisfacción la relación, no solo al miembro de la pareja que es victima de ellos, sino al propio victimario, pues generan inseguridad y culpas.

Insatisfacción en las relaciones sexuales:
En la actualidad las relaciones de pareja se sustentan fundamentalmente en el privilegio de lograr satisfacción, y entre ellas la sexual, es de las más valoradas, de aquí que las parejas aspiren a relaciones sexuales satisfactorias, completas, y sistemáticas, por lo que el vínculo se privilegia por estos elementos y el déficit o fallas alrededor de esto produce gran insatisfacción, tanto en hombres como en mujeres.
Pensar que hombres por disfunciones como la eyaculación precoz colmarían las consultas y mujeres preocupadas por la frecuencia de sus deseos y por la vivencia del orgasmo, era hasta hace pocas décadas algo ilusorio, pero la realidad es que en ambos se busca la satisfacción y en general existe gran preocupación por lo que rendimos, que sería sinónimo de éxito y bienestar.
Según Miren Larrazabal, sexóloga española, en la insatisfacción sexual en las parejas encontramos con frecuencia: problemas de comunicación sexual, falta de información sexual o información inadecuada, mitos y tabúes sexuales, baja autoestima o conceptos negativos de uno mismo o del otro, sentimientos de culpa, vergüenza o ansiedad, “exigencias” sexuales, miedo a la ejecución sexual, dolor en las relaciones sexuales, y problemas sexuales ocasionados por el alcohol y las drogas, entre los motivos más importantes.
El fenómeno de la infidelidad no se puede reducir a estas dos causales pues esta muy relacionado con un enfoque personalizado en cada pareja, con sus causas, motivaciones y por la propia dinámica desarrollada por sus miembros, y por el aspecto cultural que atraviesa cada pareja, donde hay poca educación para resolver los problemas en el interior del vínculo, buscando alternativas en lo externo, que no resuelven y generalmente provocan nuevos conflictos. (Por Dra. C. Beatriz Torres Rodríguez, AIN)    
btr/arh 12 06:17

 


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